Los pronósticos en 2022 con respecto a la ciberseguridad en América Latina.
La seguridad informática es un asunto que cada vez toma mayor relevancia en la agenda digital en los últimos años, y todo indica que contrario a disminuir, este tema se convertirá en algo esencial para todas las empresas en un futuro muy cercano, si no es que inmediato.
La empresa de seguridad tecnológica Lumu Technologies, favoreció un encuentro al cual asistieron diez directores de seguridad (CISO) de distintas instituciones, quienes examinaron los retos a los que se enfrentará el área de la ciberseguridad para este 2022 y manifestaron su pronóstico en torno a este asunto.
En primera instancia, los SIEM (Sistema de Gestión de Eventos e Información de Seguridad) son piezas que por más de dos décadas, han estado presentes en cuestión de seguridad informática; no obstante, las nuevas tecnologías comenzarán a desplazar la utilidad de este SIEM como parte primordial de sus operaciones.
El trabajo híbrido será uno de los peligros más grandes para la ciberseguridad que prevalecerá en 2022, ya que con los equipos de cómputo que se transportan del lugar del trabajo a la casa, los gestores tendrán que monitorear un arco de riesgos mucho más extenso.
Hoy en día, “La transformación digital nos llevó a implementar diferentes niveles de tercerización al interior de las organizaciones, para atender una nueva estructura de trabajo colaborativo”, expusó Carolina Olarte, CISOs de Lulo Bank en Colombia.
Como consecuencia de la enorme relevancia que tomará el tema en cuestión, se dará una alta competencia por talento humano en TI, ya que estos colaboradores hacen que los equipos de seguridad sean más eficaces y que los presupuestos disminuyan.
Otra manera de contrarrestar los ciberataques es la incorporación de sistemas de respuestas automatizados, los cuales veremos más presentes en todo tipo de entidades.
En 2022, el seguro cibernético será más extenso y forzoso, dado que las compañías tendrán que comprobar operaciones de ciberseguridad o de otro modo deberán pagar una tasa de cobertura mayor.
Independientemente de las medidas que se adoptarán, las ciberamenazas también irán en aumento, puesto que una de las proyecciones señala que los delincuentes cibernéticos se inclinarán a crear asociaciones que les faciliten acceder a las redes confidenciales, así es que la implicación de los propios trabajadores podría incrementar sí estos malhechores aceptan compartir sus ganancias.
De igual forma las personas y negocios presenciarán una alza en los ataques de ransomware (ataques enfocados al hurto o privación de información) en menor y a mayor escala. Así mismo, estos ataques cada vez serán más sigilosos y complicados de identificar.
Ante a esta clase de ataques en conjunto, la fuerza de trabajo y las cadenas de suministro se tornan dentro de los elementos más frágiles, puesto que se ha comprobado que las cadenas de suministro no son muy sólidas, lo que permite a los malhechores disponer de una gran cantidad de blancos y eludir las defensas con mayor sencillez.
Frente a tales proyecciones, nos podemos dar cuenta que las empresas se están preparando para afrontar esta clase de ataques cibernéticos; sin embargo, la ciberdelincuencia no se queda atrás, no para de evolucionar y diversificarse, por ello mismo esta será una lucha que veremos muy latente este 2022 y los años que vienen.
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